“LEVÁNTATE Y PONTE EN MEDIO” (Boletín nº 98)
No podemos
ignorar que en las ciudades fácilmente se desarrollan el tráfico de drogas y de
personas, el abuso y la explotación de menores, el abandono de ancianos y
enfermos, varias formas de corrupción y de crimen. Al mismo tiempo, lo que
podría ser un precioso espacio de encuentro y solidaridad, frecuentemente se
convierte en el lugar de la huida y de la desconfianza mutua. Las casas y los
barrios se construyen más para aislar y proteger que para conectar e integrar.
La proclamación del Evangelio será una base para restaurar la dignidad de la
vida humana en esos contextos, porque Jesús quiere derramar en las ciudades
vida en abundancia (cf. Jn 10,10). El sentido unitario y completo de la
vida humana que propone el Evangelio es el mejor remedio para los males
urbanos, aunque debamos advertir que un programa y un estilo uniforme e
inflexible de evangelización no son aptos para esta realidad. Pero vivir a
fondo lo humano e introducirse en el corazón de los desafíos como fermento
testimonial, en cualquier cultura, en cualquier ciudad, mejora al cristiano y
fecunda la ciudad. (EG 74-75)
ORACIÓN DESDE LA PALABRA DE DIOS
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Texto Bíblico: Mc 3, 1-6
Entonces
le dice al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y ponte ahí en
medio». Y a ellos les pregunta: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo
bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?». Ellos
callaban. Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su
corazón, dice al hombre: «Extiende la mano». La extendió y su mano quedó
restablecida. En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los
herodianos para acabar con él.
Pasos
para la lectio divina
1. Lectura y comprensión del texto: Nos lleva a preguntarnos
sobre el conocimiento auténtico de su contenido ¿Qué dice el texto bíblico
en sí? ¿Qué dice la
Palabra?
2. Meditación: Sentido del texto hoy para mí ¿Qué me dice,
qué nos dice hoy el Señor a través de este texto bíblico?Dejo que el texto
ilumine mi vida, la vida de la comunidad o de mi familia, la vida de la Iglesia en este
momento.
3. Oración: Orar el texto supone otra pregunta: ¿Qué le digo
yo al Señor como respuesta a su Palabra? El corazón se abre a la alabanza
de Dios, a la gratitud, implora y pide su ayuda, se abre a la conversión y
al perdón, etc.
4. Contemplación, compromiso: El corazón se centra en Dios.
Con su misma mirada contemplo y juzgo mi propia vida y la realidad y me
pregunto: ¿Quién eres, Señor? ¿Qué quieres que haga?
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- Comentario
Jesús entra en la sinagoga. Tenía
costumbre de participar en las celebraciones de la multitud. Había allí un
hombre con una mano atrofiada. Una persona con discapacidad física no podía
participar plenamente, ya que era considerada impura. Aunque estuviera
presente en la comunidad, era marginada. Debía mantenerse alejada del
resto. Los adversarios observan para ver si Jesús cura en día de
sábado. Quieren acusarlo. El segundo mandamiento da la Ley de Dios mandaba
“santificar el sábado”. Estaba prohibido trabajar en ese día (Ex 20,8-11).
Los fariseos decían que curar a un enfermo era los mismo que trabajar. Por
esto enseñaban: “¡Está prohibido curar en día de sábado!” Colocaban la ley
por encima del bienestar de las personas. Jesús los incomodaba, porque
colocaba el bienestar de las personas por encima de las normas y de las
leyes. La preocupación de los fariseos y de los herodianos no era el celo
por la ley, sino la voluntad de acusar y de eliminaraJesús.
Jesús pide dos cosas al discapacitado físico: ¡Levántate y ponte aquí en medio! La palabra “levántate” es la misma que las comunidades del tiempo de Marcos usaban para decir “resucitar”. ¡El discapacitado debe “resucitar”, levantarse, ponerse en medio y ocupar su lugar en el centro de la comunidad! Los marginados, los excluidos, ¡deben ponerse en medio! No pueden ser excluidos. Deben ser incluidos y acogidos. Deben estar junto con todos los demás. Jesús llamó al excluido para que se pusiera en medio. Jesús pregunta: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo? ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?». Podía haber preguntado: “En día de sábado está permitido curar: ¿sí o no?” Y todos hubiesen respondido: “¡No está permitido!” Pero Jesús cambia la pregunta. Para él, en aquel caso concreto, “curar” era lo mismo que “hacer el bien” o “salvar una vida”, y “no curar” era lo mismo que “hacer el mal” o “matar una vida” Con su pregunta Jesús pone el dedo en la llaga. Denuncia la prohibición de curar en día de sábado como un sistema de muerte. Los adversarios se quedaron sin respuesta. Jesús reacciona con indignación y con tristeza ante la actitud de los fariseos y de los herodianos. Manda al hombre a que extienda la mano, y queda curada. Al curar al discapacitado, Jesús muestra que él no estaba de acuerdo con el sistema que ponía la ley por encima de la vida. En respuesta a la acción de Jesús, los fariseos y los herodianos deciden matarlo. Con esta decisión confirman que son, de hecho, defensores de un sistema de muerte. No tienen miedo a matar para defender el sistema contra Jesús que los ataca y critica en nombre de la vida. (Cf. http://www.ocarm.org) |
ORACIÓN
POR LAS VOCACIONES “AMOR DE DIOS”
Confiados en esta palabra de Jesús y en tu bondad, te pedimos vocaciones para la Iglesia y para la Familia “Amor de Dios”,
que se entreguen a la construcción del Reino desde la civilización del amor.
Santa María, Virgen Inmaculada, protege con tu maternal intercesión a las
familias y a las comunidades cristianas para que animen la vida de los niños y
ayuden a los jóvenes a responder con generosidad a la llamada de Jesús, para
manifestar el amor gratuito de Dios a los hombres. Amén.
"Qué
hermoso es servir a los pobres y servirlos tan solo por Amor a Dios." (J. Usera)
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